martes, 10 de marzo de 2009

Preámbulo

Stimmung es un término que hace referencia a la disposición afectiva del Dasein, a un estado de ánimo o modo de encontrarse, por medio del cual éste se abre al mundo, o el mundo se le revela con una determinada tonalidad, con una determinada gama de posibilidades. Tiene un sentido ontológico y no meramente psicológico. Quizá incluso, y no en última instancia, un sentido político. No es una posesión exclusiva de un individuo autónomo. El individuo es una abstracción, la autonomía la moderna prisión metafísica. La Stimmung es, dicho con Heidegger, "un modo existencial fundamental".


El lugar de la Stimmung, podríamos decir, no está ni en la interioridad, ni en el mundo, sino en su límite.

Giorgio Agamben, La potencia del pensamiento


Como sabemos, el papel fundamental de esta apertura le corresponde a la angustia. A diferencia del miedo ante un ente determinado (un león, un conductor borracho, un skinhead) la angustia se caracteriza porque no tiene objeto. Se revela así la apertura misma, atravesada por esta negatividad esencial: el abismo, la noche del mundo.


Esta noche del mundo, esta nada vacía que lo contiene todo en su simplicidad abstracta, esta forma de la pura inquietud...

Hegel


¿De qué forma puede contenerlo todo esta nada? Quizá haya que acudir a la vieja categoría aristotélica y responder: de forma potencial. Lo potente, lo virtual, la posibilidad, es un modo de ser negativo, ya que no está en acto, y sin embargo es un modo de ser creativo y productivo.


Ningún predicado puede agotar nuestra potencia.
La incompletitud es el modo de ser de todo lo que se mantiene en contacto con la potencia, la forma de existencia de todo lo que está consagrado al devenir.

Tiqqun, Teoría del Bloom


Para Heidegger la existencia del hombre no precede a la esencia, sino que su esencia es la existencia. Si consideramos que la existencia del hombre está consagrada al devenir, en virtud de su potencia, la esencia no es nada parecido a un predicado que responda de una vez por todas qué es el hombre. La esencia del hombre no es la racionalidad.

La pregunta sería más bien qué pueden los hombres, de qué son capaces. La esencia se define, entonces, por la potencia.


¿Es posible metamorfosear la angustia en alegría alciónica? La alegría como ligereza, pero también como confrontación con la insoportable levedad del ser. Afirmación trágica de la existencia. Stimmung potencial, no realizada, intempestiva y combativa. Si la Stimmung que caracteriza nuestras sociedades dominadas por el Espectáculo, por la publicidad y la mercancía autoritaria, y por las democracias Biopolíticas y la Vigilancia total, hay que caracterizarla por el cinismo y la inseguridad, postular, aunque sea sólo a modo de experimento, o incluso de atrevimiento ingenuo, una Stimmung alciónica, alegre, potente, sin miedo, refractaria al control y a la dominación mercantil, puede quizá (y aún tenemos que mantenernos al acecho en este quizá) adquirir una dimensión política.


Esto no debe entenderse en el sentido de que seamos mágicamente libres, en función de nuestra voluntad, respecto a las condiciones y sujeciones sociales, que mientras podamos imaginarnos como libres la opresión desaparecerá, diluyéndose como una apariencia fantasmal. Esta concepción de la libertad, basada en una metafísica del sujeto, de un sujeto desligado de su entorno y de los otros, es ideológica: se oculta a sí misma su sujeción, la interioriza, aprende a amar al Gran Hermano. Esta posibilidad, nebulosa y desdibujada aún, más bien hay que entenderla como una disposición de ánimo que se niega a dejarse sujetar e identificar con los afectos tristes que producen los mecanismos de poder y disminuyen nuestra potencia, nuestra capacidad de obrar.

Devenir activo frente a las fuerzas reactivas.
Devenir máquina de guerra.
Danzar.

La gran salud como cuidado de sí, estética de la existencia y no efecto del poder biopolítico, poder que se ha vuelto productivo y dice: sé tú mismo (eslogan posmoderno del consumo) y goza (ya no somos represivos). El ser-en-el-supermercado como espectador terminal se contempla a sí mismo con distancia y extrañamiento, cosa entre las cosas, sustituible y abstracto. Cada vez más cargado y más vacío, cada vez más necesitado de un gesto liberador, que aligere la carga y habite el vacío.


Ir hasta el fin de las posibilidades que mi situación contiene

Tiqqun, Teoría del Bloom


No se trata de oponer lo que debe ser a lo que es, sino de señalar que lo que es y lo que puede ser son inseparables. La potencia admite una variación de grados. Algo es más intenso -es más lo que es, por así decir- cuanto mejor realiza lo que puede, cuando se propone ir hasta el fin de las posibilidades que contiene. Desde esta perspectiva hay que entender afirmaciones como "esto no es literatura" o "esto no es música", referidas a productos que son considerados como tales. Se esté o no de acuerdo con dichos juicios, su sentido es, para quien los emite, que no despliegan la plenitud de la esencia de la literatura o de la música, o que lo hacen en un grado muy bajo. El ser queda así ligado a la potencia, no simplemente considerado en su positividad, en su factum brutum.

No hay comentarios:

Publicar un comentario